jueves, 10 de noviembre de 2016

Diversidad Linguistica en Republica Dominicana



             
           
              La Diversidad Lingüística en República Dominicana

La diversidad lingüística:
Se refiere a una medida de la cantidad de lenguas existentes en un país o área geográfica. (Relacionado con la geografía).
Actualmente existe una gran variabilidad de la diversidad lingüística según las regiones geográficas. En general las áreas que desde antiguo han formado una unidad política o en las cuales hanexistido Migraciones, comercio o influencias culturales son menos diversas desde el punto de vista lingüístico. Algunas de las zonas con mayor diversidad lingüística son de hecho regiones muy aisladas del planeta y aquellas que históricamente habían estado pobladas por grupos humanos de pequeño tamaño que no se imponían unos sobre otros.
En República Dominicana

La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que no solo él español dominicano, sino el de toda la zona del Caribe, tiene sus raíces en la modalidad lingüística andaluza y canaria. Una larga lista de fenómenos ilustra el notable paralelismo que existe entre esos dialectos es pañoles meridionales o ‘atlánticos’ y los que se hablan al otro extremo del océano en las tres Antillas hispánicas.

El castellano llegó a Santo Domingo con los españoles que descubrieron la isla y al igual que sucedió en los demás países de América Latina, este nuevo idioma desplazó por completo las lenguas de los aborígenes (Lengua Taina, Lengua Ciguaya), hasta hacer que desaparecieran totalmente, del mismo modo que en pocos años murieron todos los habitantes que los españoles encontraron en la isla, muchos por enfermedades traídas por los invasores, otros como resultado de los abusos y maltratos a los que fueron sometidos; los menos por tristeza y frustración.
Se afirma, según consigna Pedro Henríquez  Ureña  en su obra El Español en Santo Domingo, escrita entre 1935 y 1961, que "la Española fue en América el campo de aclimatación donde empezó la lengua castellana a acomodarse a las nuevas necesidades..." Sin embargo, conservamos, apenas, algunas palabras con las cuales los nativos designaban algunos objetos, plantas y frutos desconocidos por los españoles y que éstos asimilaron, enriqueciendo el castellano. Entre estas palabras pueden señalarse: ají, arcabuco, batata, bejuco, bija, cabuya, ceiba,guama, sabana, yuca, barbacoa, guazábara, hamaca, macana, anón, caimito, caguasa, corozo, guanábana, guayaba, jobo, lerén, mamei, mamón, maní, papaya (lechosa), jagua.
No se tiene precisión sobre a partir de cuándo puede hablarse de un español dominicano propiamente dicho, pero, obviamente, los colonizadores que se establecieron en la isla y asimilaron palabras de las lenguas locales fueron los que iniciaron el proceso de reacción del dialecto dominicano. Con el paso del tiempo por evolución natural, adecuación idiomática, influencias del español de otros países y de otras lenguas, se ha constituido lo que conocemos como el español dominicano y que Carlisle González Tapia define como "La modalidad dialectal del español general que se hablaría  la República Dominicana y que presenta características particulares en el orden fonético, en las construcciones morfosintácticas y en el vocabulario y los distintos significados de los vocablos, con relación a los demás dialectos del español general".


          CARACTERÍSTICAS GENERALES
Arcaísmos: uso de palabras o frases anticuadas. Sobre el español de Santo Domingo, en su época, Pedro Henríquez  escribió: "Mi tesis principal es que al español de Santo Domingo lo caracteriza su aire antiguo, que en ocasiones llega al arcaísmo"1 "...el español de Santo Domingo presenta como rasgos distintivos la conservación de la lengua tradicional, con matices antiguos y hasta arcaicos más abundantes que en ningún otro país del Nuevo Mundo..." Entre los arcaísmos utilizados aún por hablantes cultos, señala: acesar, agonía (esfuerzo), alfeñique, alferecía, alquilarse una persona, amujerado, anafe, aparente, apeñuscado, atollarse, barcino, mancar, mata (planta de cualquier especie, hierba o árbol y no solamente maleza), pollera por falda, agüela por abuela, vide por vi, agora por ahora, repite por regaño, etc. Otros arcaísmos muy escuchados a nivel rural son: sernos, vide, haiga. Sin embargo, la afirmación de Henríquez Drena no puede considerarse válida en la actualidad, como lo demuestra en su estudio Max A. Jiménez Sabater al señalar que una buena parte de los 258 arcaísmos referidos por Henríquez Drena son casi completamente desconocidos por los jóvenes universitarios de hoy. Concluye señalando: "Es probable que muchos de esos términos fueran bastante usuales hace un siglo o que todavía se oiga alguno de ellos en tal o cual rincón de la República. No obsta para que, en líneas generales, semejantes vocablos hayan pasado a ser hoy día tan arcaicos en Santo Domingo como en el resto de la comunidad hispánica.
Por su parte, Carlisle González, afirma sobre el particular: "El panorama actual del español en Santo Domingo no es el que plantea Henríquez Drena.
Creemos que aunque se conservan muchos arcaísmos tanto en el lenguaje hablado como en el escrito, no existe "el fuerte sabor arcaico" a que alude don Pedro, salvo en zonas rurales muy apartadas. Además, la influencia por contacto con otras lenguas ha enriquecido en gran manera al castellano dominicano".

Tradicionalmente se habla de tres regiones geográficas con diferencia de pronunciación (aunque académicamente esto nunca ha sido estudiado ni demostrado que efectivamente sean tres y no cuatro o cinco) que son la del sur, la del norte (Cibao), la del este y Santo Domingo que está en el centro del sur y del este (la pronunciación en el este es más neutra). También la tendencia de acortar palabras y unirlas.
  1. El habla del Valle de la Vega Real o del Cibao (las ciudades de Santiago, La Vega, San Francisco de Macorís y Moca), incluyendo la pre cordillera santiagueña, está basada en el dialecto canario, aunque tiene una notable influencia gallegaque se destaca por ciertos arcaísmos y la transformación de la 'l' (o inclusive 'r') al final de una sílaba en 'i' o 'y vocálica' (general → generay; caminar → caminai; mal/mar → mai), o palabras originadas en este idioma, como por ejemplo pai (español estándar: padre; gallego: pai);2 su entonación se asemeja a aquella del Oriente cubano. No obstante debido a la influencia de medios de comunicación capitalinos y a la instrucción pública que condena el empleo y califica de inculto dichas manifestaciones regionales: se aprecia una notable reducción en su empleo y aceptación. Ejemplo del habla rural: «Ya vide lo que hiciste con lo que truje de la capitay» (Ya vi lo que hiciste con lo que traje de la capital); «¿Es a menester?» (¿Es obligatorio?); «¡Aguaita!» (¡Escucha!).
  2. En la región Sur, (donde está localizada las ciudades de Azua, Barahona, entre otras) es notable el rotacismo y la pronunciación explosiva de la 'r' al final de una sílaba: caminar → caminarrr; vámonos para el pueblo = vámono parr pueblo). Con menos frecuencia se puede escuchar un cambio de la "o" por la "u" (vámonos = "vámunu").
  3. En la región Este y Santo Domingo (Ciudad capital) predomina la "l" (caminar = "caminal"), algunos hablantes tienden a suprimir la R al final de sílabas por completo (Caminar= "caminá") y se acortan mucho más las palabras y se puede suprimir la "s" o aspirarlas (vamos a ver = "vamuavé"). También es común fusionar palabras, dando lugar al fenómeno conocido como sinalefa: (los ojos → losojo) (ven acá → maacá). La muletilla "vaina" es muy usada en esta región con el significado de "cosa". Otro fenómeno que es común en el Este, pero en zonas específicas (Principalmente en las zonas rurales de San Pedro de Macorís) es la pronunciación bilabial de 'b', aún entre vocales, por ejemplo la 'b' en 'lobo' sería pronunciada más fuerte [lobo], como en la pronunciación de la 'b' al inicio de las palabras en castellano.
A pesar de las diferencias regionales de los dialectos (geolectos), el español dominicano también tiene sociolectos, es decir que existe una diferencia de dialecto entre clases sociales. Se dice que la sintaxis y la morfología del español dominicano tienen gran influencia africana, con una diferenciación entra las clases cultas y no cultas. A pesar de haber varias diferencias en los distintos dialectos del español dominicano, este posee características específicas como el yeísmo, el seseo y la ausencia completa del voseo.
En el occidente del Distrito Nacional, zona predominantemente de clases media y alta, la entonación presenta cierta similitud con zonas de Colombia.


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